Itongadol/AJN.- Grafittis antisemitas
Reporte semanal de antisemitismo |18.03.2015|
Itongadol/AJN.- Graffitis antisemitas
Churchill y Netanyahu
Fernando Berrocal SotoEx Ministro de Seguridad, Costa Rica; ex presidente del Consejo de Seguridad de la ONU
Con ello cambió radicalmente la geopolítica mundial. En pocos años, pasamos de un mundo bipolar con dos potencias casi absolutas, los Estados Unidos y la URSS, a un mundo multipolar con varios centros de poder mundial y en donde las grandes decisiones geopolíticas se toman, no solamente en Washington y en Moscú, sino que se adoptan con la participación de la Unión Europea liderada por Alemana y en Beijing, capital de la República Popular China, además de en los Estados Unidos y Rusia.Esa fue la realidad política mundial, al más alto nivel, que desafió Benjamín Netanyahu, hace pocas horas, al comparecer ante una sesión conjunta del Senado y el Congreso de los Estados Unidos, no solo para defender la existencia del Estado de Israel, que es la única democracia en el Cercano Oriente, sino para advertir sobre el peligro a nivel mundial que significaría que Irán pudiera desarrollar, a corto plazo, la bomba atómica y transformarse en una potencia nuclear. El Primer Ministro de Israel sentenció que el tratado o acuerdo que negocian con Irán los Estados Unidos, Europa, China y Rusia, es un “mal acuerdo” y que esa capacidad de desarrollo nuclear, por parte de los Ayatolas, quedaría como una posibilidad abierta y un peligro mundial.
El desacuerdo de Netanyahu no es solo con los Estados Unidos. Su desacuerdo es con todas las potencias que negocian con Irán dicho acuerdo, aunque el escenario de su histórico discurso fue el Capitolio, en Washington, en un abierto desafió al Presidente Barack Obama, que se negó a recibirlo en la Casa Blanca, con lo cual se desencadenó una crisis política en ese país.
Pues yo, desde la pequeña y desarmada Costa Rica, como ciudadano de este país y habitante del mundo, como una persona que ha podido ser miembro y Presidente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y formarme, con ello, una opinión objetiva sobre la realidad internacional, digo que Benjamín Netanyahu tiene toda la razón en su discurso y advertencia, como Winston Churchill la tuvo en su tiempo. La verdad es que escuche el discurso en la televisión y sentí admiración por este hombre firme, valiente y audaz que, no solo defiende la existencia de su propio país, sino que le dice con integridad y verdad las cuatro verdades al mundo y a las potencias.
Si en el plano de la capacidad militar convencional, Irán es un factor de distorsión y de apoyo financiero y logístico al terrorismo internacional, qué no podría suceder si Irán y los Ayatolas, dominados por una visión fanática y sectaria de su religión, llegaran a disponer de la capacidad de producir armas atómicas. No solo el Cercano Oriente e Israel, sino que Europa misma estaría al alcance de Irán y los Ayatolas. A eso se refirió el Primer Ministro de Israel. Igual que Churchill en su tiempo. Ambos dijeron la verdad.
Solo que esta advertencia, la de Netanyahu, en el mundo en el que vivimos en el siglo XXI y por las reacciones que provocaría una locura iraní de esa magnitud, que para los Ayatolas y los extremistas musulmanes es como ganarse el cielo desde la tierra, sí que puede ser el principio del fin y yo, al otro lado del mundo, no quiero sinceramente eso para mis descendientes. He estudiado demasiado la historia y política internacional, para saber que, en algún momento, hay que saber decir NO y decirlo con toda la fuerza del espíritu. Así lo hizo el líder de Israel hace pocas horas en Washington. Declaro mi admiración por ese gesto que eleva su nivel en el liderazgo mundial.
Nota: El discurso «Cortina de Hierro» fue el 5 de Marzo de 1946 en Fulton, MO en Westminster College;
leer el discurso original (en inglés): http://www.historyplace.com/speeches/ironcurtain.htm
‘Yo Vencí a Hitler’: Irene Shashar (nee Lewkowicz)
Revista Caretas
«Son flashes, momentos”, explica a su manera. “Solo recuerdo la diaria lucha por sobrevivir, por comer, por esconderme”. Irene Shashar mira las fotografías e intenta conectarlas con los pedazos de su memoria. “No tuve calendarios ni noción de continuidad de lo que sucedió”, dice. Sabe que fue afortunada. Tenía solo un año cuando el blitzkrieg nazi arrasó Polonia. Era el 1 de setiembre de 1939.
Irene Shashar se llamaba entonces Irene Lewkowicz Kirszenbeg. Era solo una niña más en medio del enorme ghetto judío de Varsovia. No tenía idea de lo que significaba Treblinka ni de la realidad que vivía Europa. Sobibor, Majdanek, Chelmno, Belzec, Auschwitz. Todo lo que estaba en el horizonte había sido diseñado para quebrar el espíritu de los hombres. ¿Qué podía hacer una niña al respecto? Solo intentar ser invisible. Fue así que Irene sobrevivió seis años junto a su madre, Helena. Vivieron en cubículos, armarios y demás rincones inhóspitos. Ambas lograron escapar por el desagüe del ghetto, junto a las ratas.
En el París de la posguerra la situación empezó a mejorar. Helena Lewkowicz puso a su hija en el orfelinato Le Manoir de Denouval, en un pueblo llamado Andrésy, a 50 km al oeste de la capital.
La pequeña Irene era la única niña polaca entre tantos huérfanos franceses. Allí aprendió a leer y escribir por primera vez. Era 1946. Dos años después, Helena moriría de un ataque al corazón. “Tenía 10 años cuando la perdí”, recuerda Shashar. “Su único propósito en la vida fue salvarme a mí, antes que salvarse a sí misma”.
En julio de 1948 alguien más decidió salvarle la vida. Esta vez fue Don Isaak, viejo patriarca de la familia Topilsky. Él sabía que su hijo Michel vivía con relativa comodidad junto a su nuera Felicia, prima hermana de Helena Lewkowicz. Ellos también eran sobrevivientes del Holocausto. Tal vez por eso al tío abuelo Isaak Topilsky le pareció natural que ellos se hiciesen cargo de la aún pequeña Irene. Fue así como la niña fue a parar a la calle Prescott 236, en San Isidro, Lima.
Isaak Topilsky viajó con ella al Perú. Nunca más se apartó de su lado. Falleció el 12 de abril de 1954.
Irene se graduó en el primer puesto de la primera promoción del Colegio León Pinelo. Luego estudió lingüística en la Universidad de Nueva York y, finalmente, respondió al llamado de la sangre al viajar a Israel. Iba a quedarse tres semanas pero terminó asentándose durante cuarenta años. Allí se casó, tuvo a sus dos hijos y se convirtió en profesora de la Universidad Hebrea de Jerusalem.
Años más tarde viajó a Polonia con su hija. Allí descubrió que su certificado de nacimiento había desaparecido junto al de miles de personas. Los nazis le habían quitado hasta su identidad.
Dice que nunca sintió pena. “Me siento orgullosa de haber sobrevivido”, concluye. La felicidad plena, sin embargo, llegó recién con el primer nieto. “Mis hijos no tenían abuelos”, explica, como quien habla de una ausencia inocultable en la familia. “Cuando fui abuela recién me di cuenta de que había vencido a Hitler”, confiesa. “Yo vencí a Hitler. Él murió, yo estoy viva. La tercera generación es la prueba.” Hoy, su nieto Yarden tiene 11 años de edad.
Cuando recuerda lo más difícil, piensa en el sentido que tuvo su propia existencia. “Soy sobreviviente y debo merecerme serlo”, se repite a sí misma. “No hay casualidad: hay causalidad. Sobreviví para ser la voz de aquellos que no pudieron hacerlo”. Y mientras lo dice no dejan de abrazarla y saludarla y pedirleselfies y autógrafos. Es la ponente principal de un evento en el Museo de la Comunidad Judía del Perú. Pero para ella es solo un día más de vida.
(Escribe: Carlos Cabanillas, Revista Caretas)
El rol del pueblo de Israel
Si analizamos la historia de la humanidad, vemos que a la hora de hablar de antisemitismo a nadie le ha importado cuantos premios Nobel hemos tenido, ni cuantos descubrimientos o nuevas tecnologías le hemos brindado a todo el mundo. Esto tiene una razón que hoy compartimos con ustedes, ¡juntos podemos resolverlo y revertir el antisemitismo en todo el mundo!
Fuente: www.comounmanojo.com
Auschwitz
Auschwitz, a brand new 15-minute documentary on the history of the Nazi death camp, produced by Steven Spielberg and narrated by Meryl Streep, will be permanently installed at the Auschwitz Memorial. The documentary had its premiere yesterday, in the presence of 300 Holocaust survivors. #PastIsPresent #Auschwitz70 – with USC Shoah Foundation